El Tractatus Logico-Philosophicus es el título de una obra de Ludwig Josef Johann Wittgenstein.1 Surgió como resultado de sus notas y de correspondencia mantenida con Bertrand Russell, George Edward Moore y Keynes, escritas entre 1914–1916, mientras servía como teniente del ejército austro-húngaro y, posteriormente, como prisionero de guerra en Italia, durante la Primera Guerra Mundial. El texto evolucionó como una continuación, y una reacción a las concepciones de Russell y Frege, sobre la lógica y el lenguaje. Apareció publicado originalmente en alemán, en 1921, bajo el título de Logisch-philosophische Abhandlung,2 después en inglés un año más tarde, con el título actual en latín. Junto a sus Investigaciones filosóficas, este texto es una de las obras mayores de la filosofía de Wittgenstein.
Obra bastante breve en extensión (alrededor de 70 páginas) pero muy compleja, el Tractatus dio lugar a numerosas interpretaciones. Mientras que el significado más profundo del texto era ético para Wittgenstein, la mayor parte de las lecturas han destacado su interés para la lógica y la filosofía del lenguaje. No fue sino hasta mucho más tarde, que estudios más recientes han empezado a destacar el aspecto místico de la obra como algo central.
Considerado ampliamente como uno de los libros de filosofía más importantes del siglo xx, este texto ejerció una influencia crucial en el positivismo lógico y en general sobre el desarrollo de la filosofía analítica. Así mismo, hizo del joven Wittgenstein uno de los exponentes del atomismo lógico junto a Bertrand Russell.
Fuente: Wikipedia
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