Autor: Ignacio
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La segunda vuelta · Prólogo
A Pilar Blanco, por ayudar a tantos a emprender su segunda vuelta. A mis padres, por sobrellevar con tanta entereza sus vueltas y las de sus hijos. A Samuel Neris, porque en cierta ocasión le pedí a mi jefe una buena travesía, y mi jefe me escuchó. Prólogo Una…
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Claves para la segunda vuelta
La tensión entre la reflexión y la acción –preparación mediante–. La simpática langosta que se coló en la oficina y el misterio de la vida: libertad y muerte. No se trataba del crustáceo, sino del insecto. Hará una decena de años, me encontraba solo en mi estudio trabajando a contrarreloj en sesión maratoniana. Era verano…
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LO QUE UNO TIENE QUE SABER
A mi juicio, lo verdaderamente importante que todo hombre –o mujer– tiene que aprender en la vida puede condensarse en los siguientes puntos: Averiguar qué es lo que quiere hacer en la vida. Averiguar qué es lo que tiene que hacer en la vida.[1] Una vez aprende esto, empieza el saber práctico propiamente dicho: ahora…
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Dos pensamientos
1) El tipo iba caminando por la calle, murmurando. Una gente cercana, al notar que no se dirigía a ellos, ni a nadie cercano suyo, comentaron: –Está loco: habla solo. El tipo, mientras seguía caminando dejándolos atrás, murmuró para sus adentros: –No estoy loco; hablo conmigo mismo. 2) Una vez, caminaba con mi…
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Pensamientos ingeniosos de un imbécil de 23 años recién cumplidos
(tras noche en vela con borrachera incluida) Cuando uno rebaja sus ideales, está rebajándose entero: lo rebaja todo de sí mismo, ––incluso, hasta las ganas de morir. * * * De acuerdo: la vida –al menos tu vida– es una apuesta perdida… ¡Pero, muchacho, te creía hecho de otra madera!: ¿Acaso esa…
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Filosofía mística
Prólogo del Caminante El SiEnte Venitivo, mancha en la nada, claro en el ser. Con la mirada al alba. La melancolía a cuestas en la concha de su ahora, navegante por la espiral viva de la memoria que anticipa. La noche tiene, en efecto, el color de la melancolía, irradiante de una redonda luna…
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El soñador
Llegará el momento y su lugar para la realización de cada sueño. Mas no todos se realizarán. Unos porque no y otros porque no pueden realizarse. Estos últimos son los sueños de absoluto. Sueños que sólo pueden realizarse si el soñador es Dios, ens omnipotens. En los sueños o ensoñaciones irrealizables la impotencia se hace…
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El yo ideal y el yo real
Yo. Yo, yo, yo. Yoyó. Todo lo veo, menos a ti: permaneces siempre oculto, como el ojo detrás de la mirada. “Yo”. Ay, palabra mendaz y maldita. Eres una artimaña del lenguaje, ese tramposo que siempre juega sucio, vendiéndonos gato por liebre cuando de conocer la realidad, “lo que hay”, se trata. Este Gran Embaucador…
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El mundo de los impotentes
El mundo de los impotentes está hecho de condicionales contrafácticos, o sea, de lo que podría haber sido si no hubiera sido lo que fue. Yo soy un impotente. Y me doy cuenta de que si hubiese hecho esto ayer o lo otro siete años atrás mi vida sería diferente, y yo quizá no fuese…
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Yo y yo
—¿Quién eres? —Yo soy tu Yo transcendental. Soy aquel que está siempre detrás de ti –como el ojo lo está detrás de la mirada. Soy tu “yo pienso”, el hilo invisible que engarza tus pensamientos en una misma consciencia. Soy, dicen, la causa agente de tu obrar, pero eso está muy alejado de lo que te acontece en realidad:…
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Tocando fondo
Se habla a menudo del amor propio; en cambio, se ha hablado poco del pánico propio. A éste le es constitutivo el primero: no cabe el miedo a uno mismo en quien reina un desprecio absoluto de sí. Dicho miedo sólo puede aparecer en quien en alguna medida se quiere. (Quizá habría que añadir que esta…
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El signo de los significados
¿Quién soy? Lo que los demás piensan de mí. Soy la antípoda del yo cartesiano, soy el signo de los significados que los otros atribuyen a mí. Es paradójico que para saber quién soy tenga que interpretarme a mí mismo. Añoro la suerte de aquellos cuyo ser quedó para siempre estampado en la imborrable consecuencia de una acción que les hizo…